¿Cómo saber si necesito un rebranding?
Tu marca se siente igual, te has aburrido de verla de la misma forma y de hablar con el mismo mensaje desde hace tiempo. Las ventas no han subido y, aunque no te va mal, realmente no estás mejorando tus números.
¿Qué puede estar faltando o fallando?
Imagina que vas al doctor y, como si le contaras tus síntomas, le explicas todo lo que está pasando con tu marca.
El doctor responde: “Necesitas un rebranding”. Y tú no sabes cómo ni dónde adquirirlo.
Tranquilo: si reconoces esos mismos síntomas, estás leyendo el artículo adecuado.
¿Qué es el branding?
El branding es el conjunto de elementos tangibles e intangibles que construyen la identidad de una marca. Es su voz visual y conceptual: lo que define su personalidad, su público y su forma de pensar.
De manera visual, se representa en logotipo, isotipo, colores y tipografías. En esencia, refleja su actitud, personalidad y, a veces, el tipo de producto o servicio que ofrece.
El branding hace que tu audiencia se identifique contigo, empatice y confíe en lo que tu producto o servicio promete.
A veces es tan poderoso que se convierte en un estandarte de moda o estilo: las personas lo adoptan y lo portan, incluso sin ser clientes, solo por la fuerza de su diseño o su propuesta.
El branding es crucial al crear una marca porque refuerza la forma en que comunicas tu filosofía. Permite que los clientes confíen en ti, crean en lo que crees y disfruten una experiencia más completa.
Por otra parte, el rebranding es el proceso de redefinir la identidad de una marca. Puede abarcar desde cambios visuales hasta transformaciones más profundas y conceptuales en su narrativa. No se trata solo de cambiar: se trata de evolucionar.
¿Cómo saber si necesito un rebranding?
Regresemos al punto inicial: tu marca no está dando los resultados que esperas y no crece como debería.
Si presenta alguno de los siguientes síntomas, es momento de reconsiderar tu branding actual y evaluar un cambio de identidad gráfica y conceptual:
· Ya no tienes el mismo público que antes.
Tal vez, al inicio, pensabas que tus clientes tenían cierta edad o compartían una característica en particular. O creías que tu producto solucionaba solo un problema específico. Ahora, tu mercado ha cambiado: quizás tu público es más joven y su lenguaje es distinto.
· La percepción de la marca ha cambiado.
La forma en que las personas ven tu marca puede determinar el rumbo de tu empresa. Una mala experiencia con un cliente o un tema social mal manejado puede afectar tu reputación y obligarte a replantear tu estrategia.
· El diseño está obsoleto.
Este es un síntoma muy común. Los clientes notan cuando una marca se queda atrás frente a su competencia. Colores, tipografías, figuras, credibilidad y reconocimiento visual influyen en la decisión de compra y pueden dejarte en desventaja.
· Cambio de filosofía o creencias.
Al inicio, lo más importante suele ser que la empresa sea rentable. Con el tiempo, quizá busques que tu marca sea amada por su propósito y no solo por sus productos o servicios. Cuando la idea principal del negocio evoluciona, es momento de que su identidad también lo haga.
· Cambios internos o asociaciones con otras empresas.
Si tu empresa se expande y surgen nuevos socios o directivos, la identidad de la marca deja de depender de una sola voz. En ese caso, es necesario alinear y redefinir la visión conjunta.
· Incoherencia entre lo que dices y lo que haces.
Cuando diferentes áreas de tu empresa comunican mensajes distintos sobre la marca, se genera incongruencia. Esa falta de coherencia transmite desorganización y falta de profesionalismo.
Si tu marca presenta dos o más de estos síntomas, lo más probable es que necesites un cambio de imagen y concepto, es decir, un rebranding.
El rebranding como oportunidad
El rebranding no es un fracaso ni un retroceso: es un punto de inflexión. Permite que tu marca entre en nuevos mercados, alcance nuevos estatus y sea percibida de maneras más claras y sólidas.
Hacer rebranding no significa romper con el pasado, sino honrarlo y transformarlo en una versión más fuerte y coherente.
Creemos que cuando una marca se atreve a renovarse, demuestra que está más viva que nunca y lista para seguir resonando.